domingo, 3 de marzo de 2013

Vídeo: "Educación prohibida"

En una de nuestras clases de este nuevo cuatrimestre de Tecnología de la información y la comunicación, Alícia Zubiarrain nuestra profesora, nos facilitó un documental, el cual fue visto en el aula por todos nosotros. Este vídeo aporta una serie de pensamientos de profesionales en torno a la educación de los niños. Y en especial, pretenden transmitirnos que existe otro tipo de educación que para ellos es la más idónea. Esta se basa en que el niño exprese en el aula todo aquello que le disguste o satisfaga del proceso de aprendizaje que se lleve a cabo en ese momento, ésto tiene como ventaja que el niño desarrolle su capacidad crítica y de pensamiento, y al mismo tiempo según los especialistas, es un  método que ayuda a guiar al propio profesor en su proceso de enseñanza.

Por otro lado, además de cuestionar el proceso de enseñanza-aprendizaje, los niños pueden hacer propuestas y elegir qué quieren aprender. Este hecho según los profesionales que aparecen en el vídeo, es beneficioso para la formación de los pequeños, porque al formarse en lo que les motiva los niños aprenden más y mejor. Sin embargo, yo creo que no beneficia al niño plenamente, solo parcialmente, porque se desplazarían materias necesarias para el desarrollo del niño. Posicionándome, como futura docente, si yo fuera la maestra de esos niños, aceptaría propuestas y trabajaría en mayor medida las materias que más les motiva, sin dejar de lado las que no se hayan escogido y sean imprescindibles en el proceso de enseñanza, luego al mismo tiempo al trabajar las actividades motivadoras elegidas, introduciría las no escogidas mediante métodos para que los niños también aprendan esas competencias, sin darse cuenta.

Siguiendo con el dominio que tienen los niños en este tipo de educación, se puede decir que también cuestionan la realización de exámenes y el calificar a cada uno de los alumnos. Ellos son la pieza fundamental en el proceso de evaluación del profesor; expresan cómo se sienten en cada trabajo realizado, etc.
Se puede añadir que es muy positivo que los niños expresen cómo se han sentido con las actividades realizadas en clase, para que de esta manera el profesor vea desde más cerca las dificultades y los intereses de cada uno.  Pero desde mi punto de vista, no es adecuado el hecho de que las decisiones de los niños tengan tanto peso en la forma de impartir clase de un profesor, porque al fin y al cabo yo entiendo esto como una realidad utópica, por el hecho de que un niño no tiene la conciencia ni formación suficiente para saber qué aprender, cómo aprender y cuándo.

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